A partir de febrero funcionarán 20 con tenedores de residuos reciclables en Alderetes, San Miguel de Tucumán, Banda del Río Salí, Las Talitas, Tafí Viejo y Yerba Buena, para que los vecinos puedan depositar allí la basura reciclable que previamente han separado en su casa.
En los últimos años algunos municipios han impulsado la separación de residuos para disminuir la basura, ayudar al planeta y también generar trabajo y productos reciclados. En Tafí Viejo funciona el Centro de Interpretación Ambiental y Tecnológico (CIAT), en Yerba Buena existe el llamado Punto Verde para depositar los residuos y, en Raco, se hizo recientemente obligatorio a través de una resolución la separación de residuos.
¿Cómo separar?
El esfuerzo es poco y los cambios son muchos e importantes. Modificando pequeños hábitos podemos ayudar en gran medida al planeta y, a la larga, a cientos de familias que viven de la recuperación y venta de elementos reciclables.
“La idea es que cada uno en la casa se tome unos minutos por día, a medida que va consumiendo, para ir separando y clasificando los residuos secos, inorgánicos o reciclables”, explica Alejandro Daniel Castillo, gerente del Centro de Interpretación Ambiental y Tecnológico (CIAT). Los elementos reciclables son básicamente los envases PEP, envases larga vida o tetrabrik, cajas de cartón, cartón en general, latas, entre otros.
Castillo dice que el primer paso es realizar la “disposición inicial” y consiste en tener un recipiente separado o usar cajas de cartón para guardar, hacer un acopio del material reciclable y llevarlo a los contenedores habilitados.
El compost
Entre los elementos que se pueden reciclar, suele hablarse de vidrio, cartón, plástico y metal, pero Castillo añade: “lo orgánico (comida cruda) también es reciclable porque es compostable”. En realidad, con la comida cocida también se puede hacer lo que se llama compostaje anaeróbico, que permite generar energía a partir de los gases que produce el compost pero, según asegura el funcionario, en Argentina todavía no se cuenta con la tecnología para ello.
Basura vs. residuo
Hay que saber separar lo que es “basura” de lo que es “residuo”. Basura es aquello que ya hemos utilizado y no se puede reciclar y pierde su utilidad, mientras los residuos son aquellos elementos a los que ya hemos dado uso pero todavía pueden ser transformados. Hablamos fundamentalmente de residuos secos: cartón, vidrio, metal y plástico, que son los que necesitamos separar de nuestras bolsas de basura. Los envases, por ejemplo, no deben tener ningún tipo de restos de alimentos para poder ser reutilizados.
“Cuando el plástico ya está con el material muy sucio, pueden venir animales y morderlo o comerlo. Para el reciclado nosotros pedimos que las cosas vengan limpias”, sostiene María Laura Paz Posse, presidenta de la Asociación Civil Eco solidaria Yungas de Pie, quien desarrolla que la limpieza en los envases es importante porque los desechos alimenticios degradan o pudren en algunos casos el material que podría ser reciclable.
El gerente del CIAT tiene una opinión diferente. “Nosotros, desde el CIAT, consideramos que no es necesario que sean lavados. Creemos que lavar esos elementos hace que uno consuma mayor cantidad de agua que también es un bien que se necesita preservar, entonces no tiene sentido el lavado o la limpieza, que después se hace en el proceso industrial y es mucho más eficiente. Cuando uno lava una botella de gaseosa para sacarle el resto de gaseosa que pueda tener, usa dos litros de agua para llenar la botella. Una industria que recicla la botella la lava con menos de 100 ml de agua”, agrega. Entonces, es también recomendable conocer las disposiciones y recomendaciones que cada centro de reciclaje propone.
(Producción periodística: Nicolás Sánchez Picón)